Que tu silla de escritorio sea cómoda y esté compuesta por materiales de primera calidad ayudará y mucho en tu trabajo del día a día. Nadie puede dar lo mejor de sí durante toda una jornada laboral si está incómodo o no se encuentra a gusto donde está sentado.
Para que el producto brinde confort, se aconseja que tenga un tapizado transpirable que tolere el uso diario sin problema, especialmente para los meses de verano. De no ser así, pasadas unas horas empezará la incomodidad debida a la fricción que se genera entre el cuerpo y la silla con cada movimiento.
En caso de elegir una silla para oficina, también es de vital importancia que esta cumpla con la normativa legal. Las regulaciones de este elemento del equipo de trabajo vienen recogidas en el Real Decreto 488/1997 sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas al trabajo con equipos que incluyen pantallas de visualización. Establece medidas como que la silla debe ser giratoria y tener cinco pies para facilitar la libertad de movimientos a la hora de trabajar delante de un ordenador, entre otras.